¿Sabias que la respiración por la boca, el cierre incorrecto de labios y la posición de la lengua son las causas principales del mal desarrollo de la mandíbula y del apiñamiento de los dientes?
Los malos hábitos engloban una serie de funciones incorrectas que frenan el desarrollo de la mandíbula y la cara, dejando un espacio insuficiente para los dientes.
La corrección de estos malos hábitos mejora la salud general y permite a los niños desarrollarse apropiadamente. Estos hábitos son fáciles de corregir en los primeros años de crecimiento. En la Clínica Cuevas Queipo seguimos muy concienciados con la prevención. Para ello es fundamental informar a los padres de los posibles trucos o, si lo necesitan, tratamientos tempranos, que favorezcan el correcto desarrollo facial. Los padres desean siempre lo mejor para sus hijos tanto en la educación, como en la salud.
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